
Lo que es la vida, un buen día (varios años después de salir del Cuerpo), me encontré a la salida del metro de Sol al Pater de la Academia. Me salió de dentro un ¡Pater! que temblaron el Oso y el Madroño. Fue emocionante, recuerdo que si en la Academia eras amigo del Pater, tenías muchos puntos para vivir ligeramente mejor. Hoy le veo de vez en cuando y sigue siendo aquel cura grandón y muy asturiano que impresionaba por el patio de Baeza...Muchos han sido los capellanes de la misma, de tal forma que también coincidí en mi nueva vida en el Ejercito del Aire con el Páter Ángel, que había estado por allí abajo también. En Valdemoro está ahora como capellán Juan Antonio, otro viejo conocido mío (estuve en su ordenación de cura y todo). El Cuerpo Eclesiástico del Ejército ha hecho, y sigue haciendo, mucha labor porque la institución castrense es muy especial. Esposible que esta aseveración no guste a algunos, pero al menos en aquellos momentos el páter venía muy bien a muchos. Mi reconocimiento, agradecimiento y amistad a los capellanes que me he encontrado en mi vida.
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