Volviendo a la vida académica, no podía dejar de reflejar en esta historia, que entre todos estamos narrando, el proceloso momento de irse a dormir. Era increible que tiarrones como edificios de grandes, pudieran hacer tanto el ganso. El primer imaginaria era quien pagaba ese difícil momento intentando aplacar a las fieras, que a pesar del duro día, seguían con ganas de dar la tabarra. El auxi, en ese momento, se volvía loco por una pelea de almohadas, un asalto a la cama del compañero o un último cigarrito escuchando un poco de música.
La foto refleja un bonito momento en el que la cama del Jefe de Clase ha sido asaltada por los compañeros de camareta para hacerse una expléndida foto para el recuerdo. Ojo al pijama gris y las llaves colgadas del cuello, uniformados hasta para dormir...Lo que daríamos muchos por pasar una noche más en la Academia, en la que volveríamos a entregarnos al sueño con muchas ilusiones, espectativas, temores....y con el pesado de Victor cantando "tengo un tractor amarilloooooo...."
Buenas noches pitufos.