De los doce guardias que fueron
asesinados, nueve procedían de Auxiliar, y todos de la 4 promoción. Hoy no
puedo dejar pasar esta jornada sin acordarme sentidamente de ellos, y por
extensión, de todos aquellos que por efecto de la barbarie terrorista nos
fueron arrebatados.
Aquel día, los alumnos del primer
curso de Circulación y Tráfico para Guardias procedentes de la Academia de Úbeda,
fueron el objetivo de la serpiente en la Plaza de la República Dominicana. No
quiero entrar en ningún tipo de detalle innecesario. Los que lo vivieron en
primera persona no lo necesitan, y los demás podemos acceder a información
suficiente. Lo verdaderamente importante es que, aquellos Guardias, no entregaron
su vida en vano, y eso es porque, más allá de la continua ingratitud que
conocemos todos, siempre habrá un grupo de españoles que llorará agradecidos el
Servicio que prestaron, y que siguen prestando cada día con su ejemplo.
Creedme si os digo queuno de los
mayores honores que he tenido ha sido el de conocer a una víctima de aquel
atentado y uno de los mayores infortunios, contemplar el desprecio con el que,
a veces, esta Patria nuestra los ha tratado, a ellos, y a otros muchos más. A
pesar de ello, nuestros compañeros creían y amaban a España, y nosotros, para
salvaguardar su memoria no podemos dejar vencernos por el pesimismo y hemos de seguir amándola, al menos, igual que ellos.
Estoy seguro que la Virgen del
Pilar los tiene a todos juntos, bajo su manto protector, en el lugar reservado
para los mejores. Y le pido que siga dando el debido consuelo y esperanza a sus familias.
A todos vosotros, los que partisteis
y los que, por fortuna, os quedasteis, muchas gracias.
¡¡¡Viva la Guardia Civil!!!