CUMPLIENDO CON NUESTRO DEBER

El grueso de los post de este blog ha estado referido, principalmente, al paso por la Academia que, por otra parte, es fuente inagotable de anécdotas. Hoy he decidido dar un giro en la línea mantenida y hablar de nuestra llegada a los destinos.

Nuestro compañero Francisco, de la 1º promoción, me cuenta que cuando llegó a su destino, allá por el año 1983, con 17 años y mucha ilusión a Figueras, todo el mundo lo miraba como un "bicho raro", además relata como dormía con la Z-70 que le habían adjudicado y que cumplía servicios de todo tipo como uno más, y así era tratado. Esto nos ocurrió a todos, a pesar de que hay por ahí una leyenda negra, que yo personalmente estoy empeñado en ir desmontanto. Juventud, ilusión y sobre todo ganas, muchas ganas de aprender. Las fotos son de un ejercicio de tiro, según me cuenta, y la que está solo, imagino, de una guardia de puertas a la que parecía que nos abonaban. No sabéis lo que siento que no se identifiquen los rostros, pero desde luego, no será por mí que los que ya sabéis tengan ni el más mínimo atisbo de reconocer a alguien.