Este blog está creado por un Guardia Civil Auxiliar que viendo que se olvidaban de lo que fuimos, ha decidido que hasta aquí habíamos llegado. Como me lo hago yo solito, tendréis que disculpar las demoras, las incorrecciones y los fallos en los que pudiera incurrir. Si eres un Guardia Civil Auxiliar, esta es tu casa, envíame lo que quieras y en cuanto mis obligaciones me lo permitan, podrás verlo colgado en este blog . Para cualquier cosa mi dirección de correo y la oficial de este blog es casacuartel@gmail.com , aquí no se censura nada (salvo por lo que vosotros sabéis, las identidades y las imágenes nítidas de personas), a no ser que te pases, claro, que entonces te pediré el número y te metere un cuerno.

BIENVENIDOS PITUFOS

viernes, 8 de mayo de 2009

QUIERO CONTAROS UNA BREVE HISTORIA




Estimados pitufos:


Nuestro compañero Miguel el "torero", me ha enviado una emotiva historia con la que, generosamente, quiere hacernos partícipes de lo que fue esta aventura para él. Además, hace poco estuvo en Baeza y se hizo una foto frente al Monumento a los Caidos, que podréis comparar con la suya nevada que está en este blog. Igualmente me ha parecido oportuno ilustrar esta entrada, que no es mía, sino de nuestro compañero, con la muñeca que le regaló a su madre y que, ella, guarda como oro en paño. Me comenta que es una lástima que no hubiera muñecas guardias civiles auxiliares, pero, a falta de pan, buenas son tortas, aquí os dejo su historia:




Quiero contaros una breve historia que comienza la última semana del mes de marzo de 1987, nada menos que en el siglo pasado, y es que, como dice Enrique Bunbury: “de todo comienza a hacer ya mucho tiempo”.
Esa semana fue la previa a la ansiada jura de bandera de la 12ª promoción, acto en el que dejamos de ser pitufos para por fin convertirnos en Guardias Auxiliares. Casi nada.
Lo recuerdo como unos días de mucha tensión, donde estábamos perennemente angustiados con no cometer ninguna torpeza que diera al traste con los tres meses de formación. Habíamos llegado casi al final y la idea de que cualquier desliz podía hacer que repitiéramos el curso con la siguiente promoción –ese era el menor de los males- o que fuéramos expulsados y enviados a algún cuerpo disciplinario a cumplir el servicio militar, flotaba en el aire inspirada por radio macuto, esa emisora de noticias que no se sabe de qué fuentes se nutre, pero siempre presente en todos los cuarteles.
Uno de esos días nos reunieron en las aulas, agrupados según nuestra provincia de procedencia, para asignarnos nuestro destino en el cuerpo, para muchos, el primero de su carrera, para otros, el primero y último. Y allí estaban en la pizarra escritos los destinos y el número de plazas que correspondían a los madrileños, en mi caso, pues me honra ser hijo de Madrid. Se cumplían los pronósticos y los temores de varios meses se disiparon pues era cierto que no tendríamos problemas en volver a casa, al ser la proporción entre aspirantes y vacantes de 1 a 4. Inmensa alegría, ahora tocaba acertar con el destino idóneo y las posibilidades eran muchas y, aunque no recuerdo todos, sí se encontraba el temido móvil de Madrid, la 112 comandancia Madrid exterior, AME, no sé si algo de tráfico y el que desde el momento en que lo avisté fue mi objetivo, la Presidencia del Gobierno. De repente, mi objetivo era el mismo que el de los grandes políticos del país, con la incertidumbre de cómo sería aquello. No tuve problemas en elegirlo, las plazas eran 12 y mi posición entre los madrileños no peligraba que, aunque nunca fui un estudiante aplicado, al ingresar en la academia me transformé en un estudiante diligente, que no empollón, acuciado por la ansiedad de volver a casa. Buenas notas Torero. Oreja y vuelta al ruedo.
Y acerté, os aseguro que acerté…
… y esto demuestra que no todos los destinos y puestos en la Guardia Civil para los “auxis” eran malos. El día de incorporación al destino nos trasladaron, a los 12 recién estrenados auxiliares, con nuestro flamante uniforme desde la Dirección General a la que durante 15 meses sería nuestra casa, el palacio de la Moncloa. Esa fue la última vez que vestí dicho uniforme. Debíamos entrar y salir del recinto vestido de paisano, para no ser presa de los aficionados al coche bomba, que ya podrían aficionarse al scalextric, que por aquellas fechas nos traían fritos. Realizábamos el servicio con el traje de faena, eso sí, bien guapos.
Viviríamos a escasos cien metros de la morada del presidente de la nación, y su familia, en un pabellón habilitado para los miembros del Cuerpo que prestaban servicio y donde no faltaba ninguna comodidad. Nos olvidamos por completo de imaginarias, servicios de cuartelero, de la limpieza de compañía pues aquí está lo bueno, ¡teníamos señoras de la limpieza!, duchas de agua caliente sin restricciones, no existía el toque de diana y silencio a las once de la noche, evitable siempre que no cometiéramos ninguna fechoría. Vamos, como unos señores.
La comida buena por doscientas pesetas de la época y el servicio sin muchas apreturas, doce horas de servicio y veinticuatro o cuarenta y ocho libre, dependiendo de si eras saliente de día o noche. Qué maravilla.
Además nos brindó la posibilidad de convivir con la Policía Nacional, que también prestaban servicio allí, y hasta con un Policía Municipal que, al absorber el recinto de presidencia una calle de la ciudad, el hombre se quedó allí destinado para no hacer nada, pero era un tipo muy agradable y sin duda feliz. ¿Os imagináis que multara a los coches oficiales por mal estacionamiento o exceso de velocidad?
Todo tiene su parte negativa, por ejemplo: debíamos dormir allí todas las noches, exceptuando los fines de semana, y el servicio de garitas era casi exclusivo del auxiliar, pero fuimos testigos de hechos que difícilmente cualquier ciudadano hubiera podido vivir. Eso es algo que guardaré para mí por discreción.
En definitiva, mi paso por el Cuerpo siempre lo recordaré con mucho cariño. Me siento afortunado y sin dudarlo repetiría la experiencia.
Lástima que los jóvenes de hoy no tengan la posibilidad de probarlo.




7 comentarios:

Terrén dijo...

Hola ¡Qué alegría!. Yo también soy de la 12ª promoción. Me llamo Rafael Terrén Casas, y estaba en la 5ª Companía. Qué recuerdos tengo de aquellos tres meses que pasamos en Baeza. Mi e-mail es terrencasas@hotmail.com. A ver si encuentro una foto que me hice en el patio y la envío. Soy de Alicante. Saludos

Anónimo dijo...

Muy buen relato amigo torero, parece estar aún viviéndolo, estas experiencias nunca a tiempo para olvidarlas.

El Furri.

Anónimo dijo...

La verdad es que muchos, sobre todo los de Madrid, no hinchamos a hacer guardias, pero en el fondo pasamos muy buena mili; por tantas horas al pie del cáñón y con gran riesgo mereceríamos un distintivo

En el Ministerio de Defensa también había muchos Auxiliares destinados, y aunque prestaban un turno matador, hicimos grandes amigos. Amigos que después de más de 20 años seguimos conservando.

Francis A Sevilla dijo...

pues si,que es una lastima que la juventud no lo pueda probar,ya que se aprenden bastante como Guardia Civil Auxiliar.
Yo estuve en la 3 promocion bis 1 compañia n 20, mi nombre F.A.Sevilla, estuve en Ubeda del 16-1-84 al 8-4-84, primer destino Movil de Madrid,segundo destino Comandancia de sewvilla puesto de Carrion, os cuento esto, porque no solo realize guardias y garitas tambien tuve la suerte de realizar servicios de puertas,correrias,vigilancia de poblacion,vigilancia de entidades bancarias,servicio especial en el Rocio (huelva),controles en la salidas y entradas de las localidades,persecucion de furtivos en el coto Doñana y por su puesto el mejor servicio que fue servir en el Cuerpo.
Me siento orgulloso de haber estado en el cuerpo y hubiera dado cualquier cosa por haber podido seguir

Anónimo dijo...

Yo también soy de la 12 prom. 1ª Cía. Y estuve en la D.G.G.C, me lo pase bien aunque hice muchas guardias, 22 años despues estoy destinado otra vez en la Dirección, y me sigo encontrando con bastantes auxiliares que en su día buena labor le dimos a la Guardia Civil. saludos Alfonso

Anónimo dijo...

HOLA. YO TAMBIEN ESTUBE ALLÍ Y LO PASÉ GENIAL, PERO MIS COMPAÑEROS Y YO LLEGAMOS DESPUES DE ESTAR EN EL MOVIL Y ESO ERA EL PARAISO ERAMOS DE LA 7ª PROMOCION Y NOS ACOGIERON MUY BIEN.
LAS GARITAS LAS PEORES Y LOS SERVICIOS IGUAL. VIGILACIA DE HELICOPTERO Y EMPALMAR CON TU GARITA.SERVICIO DEL CHALET(EL QUE LO HA HECHO SABE A QUE ME REFIERO)...PERO FUE INOLVIDABLE.

el caiman dijo...

Hola compañeros. Yo no fui guardia auxiliar, yo era un "caiman cuando llegaron a mi puesto dos guardias auxiliares. el puesto lo mandaba un sargento, no había cabo, yo guardia primero, me quedaba muchas veces de encargado del puesto. O sea hacia de cabo.Fueron dos excelentes muchachos, sin miedo amantes de la profesión. Uno extremeño , el otro andaluz.
No dieron problemas. El pueblo pequeño de 3.000 habitantes, donde se echaron novia. Todas las chicas de aquel pueblo completamente rural se los disputaban. Hasta que una cayó, es decir salio embarazada.
Ya surgieron los problemas. Intentamos salvarlo, pero no pudimos, se casó con ella era su deber, pero en aquellos tiempos la conducta de la mujer se miraba mucho, ella no era mala pero sus padres...bueno eran desafectos de la Guardia Civil, y le negaron el ingreso como profesional. El otro se hizo profesional y si no ha tenido contratiempo o se ha hecho rico seguirá vistiendo de verde.
Lástima del enamorado, hubiese sido un gran guardia civil