Afrontar un post de tristeza y condolencia siempre resulta difícil. Cuando esta mañana me levantaba y me dirigía a mis quehaceres, una Casa Cuartel había sido volada con la trágica consecuencia de un Guardia Civil muerto y varios heridos, vaya por delante mi dolor y mis oraciones para con los familiares de Juan Manuel Piñuel y los compañeros de la Guardia Civil. Os podéis imaginar la indignación, rabia, amargura, cabreo... que en este momento tengo y que sin duda compartís conmigo. A mi cabeza vienen escenas terribles al conocer que en el lugar del atentado vivían críos, familiares (por otra parte habitual en estos acuartelamientos), etc. que han sufrido la más amarga de las experiencias, que es que un atajo de criminales intenten quitarte la vida. Recuerdo a Fabio Moreno, las niñas de la Casa Cuartel de Zaragoza: Julia y Esther Barrera Alcaraz, Casa Cuartel de Vic, atentado de la Dirección... Efectivamente las consecuencias del terrorismo son historias de personas con nombres, apellidos, familias e ilusiones arrebatadas por voluntad del hacha asesina.
Son muchos, muchos, muchísimos los años de sufrimiento. Son muchos, muchos, muchísimos los ciudadanos que clamamos JUSTICIA. Nuestros compañeros fueron sacrificados y los verdugos recompensados. ¿Qué leyes son éstas? , ¿Por qué no hay contundencia?. ¿De que sirve la sangre vertida?, ¿Por que un Estado moderno y democrático es a la vez cobarde y acomplejado?. Desgraciadamente y, tal y como están las cosas, creo que este no será el último atentado por, lo que espero, que mientras estén preparando la siguiente bomba, les explote en su cara y que tengan que recoger los restos de los asesinos con espontex (que eso si que es “dispersión”).
Nosotros, los Guardias Civiles Auxiliares vivimos el terrorismo doblemente, como ciudadanos y como compañeros de los asesinados.
TERRORISTAS: PUDRIROS EN UN PRESIDIO EL RESTO DE VUESTRA VIDA.
1 comentario:
Realmente triste la noticia. Recuerdo con mucha tristeza la primera vez que atentaron una casa cuartel. La casa cuartel de Zaragoza, era casi mi segunda casa.
Espero que descansen en paz.
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