Sin embargo, he tenido tiempo de meditar mucho sobre lo que han supuesto estos años en los que los pitufos hemos vuelto a ser vistos, al menos, dentro de nuestro querido Cuerpo. No es menos cierto que a mí, personalmente, me gusta estar oculto, pues si alguien tiene que tener protagonismo esa, es la Guardia Civil.
En este tiempo han ocurrido muchas cosas, y hoy, rompiendo esa regla de estar en segundo plano, voy a hablar de mí.
La Guardia Civil me enseñó a no esperar nada y darlo todo, y en esas estamos. Sin embargo, quien me ha dado todo es la propia Benemérita. Muchos sabéis que, en la actualidad, pertenezco al Ejército del Aire, al que también profeso gran cariño, pero mi corazón es verde oliva. Y digo que la Guardia Civil me ha dado todo, porque, cuando me pongo el uniforme, lo que veo es lo que vosotros podéis ver en la foto que ilustra esta entrada y que se comenta sola.
Al Duque de Ahumada le debo mi sentido del Honor.
A la Virgen del Pilar, el consuelo que me ha prestado en momentos difíciles
A España le debo mi gratitud por dejarme seguir sirviéndola...
Y a vosotros, vuestra paciencia.
Buen verano a todos.
